Según la delación del exdirector de Odebrecht en Venezuela, Euzenando de Azevedo, las operaciones de la empresa en el país comenzaron en 1992, antes de que Hugo Chávez llegó al poder, pero fue durante los años del expresidente que la constructora creció y, ganó los mayores contratos. Los recursos se hubieron sido distribuidos a cambio de beneficios en obras públicas, o ante la expectativa de obtención de favores futuros, y se destinarían tanto a integrantes del partido del expresidente como también a miembros de la oposición.
A lo largo de más de una década, la empresa brasileña llegó a tener trece proyectos acusados de súper facturación en el país, según el exprocurador general de la República de Venezuela, Luisa Ortega Díaz. Después de la muerte de Chávez, Odebrecht habría pasado a financiar directamente las campañas de los presidenciables de Nicolás Maduro y Henrique Capriles, en 2013. Ellos habrían recibido 35 millones de dólares y 15 millones de dólares, respectivamente. Las dos donaciones, presuntamente ilegales, se habrían efectuado como una apuesta de Odebrecht para tener beneficios futuros.
Según la investigación de Ortega Díaz, Diosdado Cabello, vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), recibió la cantidad de 100 millones de dólares. La contrapartida esperada de Cabello, según Euzenando, sería la facilitación de licencias en el ámbito estatal y ayuda en la solicitud de liberación de recursos federales para la continuidad de obras, no identificadas por Euzenando en la colaboración.
En su delación, Azevedo relata que, durante el gobierno Chávez, bastaba una orden del entonces presidente para que Odebrecht ganara una obra. En total, según el delator, fueron 32. “Puedo decir que hemos tenido empatía desde el principio y, con el tiempo, las relaciones se han estrechado. (…) Me convertí en amigo personal del presidente. (…) Siempre he demostrado compartir los ideales y sueños del presidente Chávez. (…) En razón de esto, yo tenía siempre las puertas abiertas. No se puede olvidar que el presidente era un líder fuerte en un régimen en que él daba órdenes y todos obedecían. (…) Chávez simplemente determinaba que yo hiciera la obra”, contó Azevedo, recordando que la ley venezolana permite la contratación sin licitación de empresas con que el país tiene un acuerdo de cooperación técnica – Brasil y Venezuela tienen uno desde 1992.
Con una llamada telefónica, Chávez agilizaba, a pedido de Azevedo, pagos pendientes de Odebrecht. De acuerdo con el delator, el expresidente nunca trató de soborno o donaciones vía caja dos. Pero, en la visión de Azevedo, él sabía de las donaciones ilegales.
“Tengo fuertes razones para creer que recibía informaciones de que yo hacía contribuciones a varios de los candidatos del PSUV. No era una contrapartida directa relacionada con obras, pero de hecho existió un ciclo continuo de apoyo financiero a diversos candidatos del gobierno y una frecuente contratación de la compañía para diversas obras a lo largo de los años”, afirmó Azevedo, en delación.
Después de la muerte de Chávez, Odebrecht financió en 2013 las campañas de los presidenciables Nicolás Maduro, con 35 millones de dólares, y Enrique Capriles, con 15 millones de dólares.
“El señor Américo Matta (coordinador de la campaña electoral de Maduro) me buscó, marcando un encuentro conmigo (…) donde él me pidió la contribución (a Maduro). Sabía de nuestro tamaño, del tamaño de nuestras operaciones y pidió la contribución para ayudar la campaña del presidente Maduro. (…) Él pidió un valor grande, en la época grande (…) él pidió 50 millones de dólares, y yo acepté pagar 35 millones de dólares”, contó Azevedo.
El exdirector de Obras de Odebrecht en Caracas, Alessandro César Dias Gomes relató en su delación como la empresa contrató a un lobbista para hacer tráfico de influencia para conseguir los contratos del metro de Caracas. Días Gomes también describió cómo la obra sirvió a Odebrecht para que se generara dinero ilegal de caja dos para la caja central de la empresa.
Marcelo Bahia Odebrecht, expresidente del Grupo Odebrecht, también contribuyó detallando algunos pagos ilícitos en obras en Venezuela, además de haber entregado un conjunto de correos electrónicos mostrando que la empresa participó, después de ser accionada por el Palacio del Planalto, de la articulación junto a senadores del PSDB para que el Senado brasileño aprobara la entrada de Venezuela en el Mercosur el 31 de julio de 2012. Además, según un informe de la Policía Federal de Brasil, de 25 de agosto de 2016, Marcelo Bahia Odebrecht hizo anotaciones en su móvil sobre pagos ilícitos de la oposición relacionados con la obra de la construcción de la Central Hidroeléctrica de Tocoma, en Venezuela. Una de las notas decía: “Cuidado DGI oposición”.
OBRAS CON POSIBLES IRREGULARIDADES
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Líneas de metro en Caracas